Nacional

Más de 10 mil fieles, por fin puede acudir de manera presencial a la Basílica de Guadalupe

Obispos, sacerdotes, vida consagrada y comunidad caminan juntos con el deseo de construir un país mejor

Luego de dos años sin que se pudieran realizar peregrinaciones hacia la Basílica de Guadalupe, este sábado más de 10,000 personas se dieron cita de manera presencial -durante la pandemia se realizaron peregrinaciones virtuales-, para caminar junto a sus obispos, sacerdotes, vida consagrada y comunidad con el propósito de unirse para poner en común el deseo de construir un país mejor.

En la editorial “Caminemos hacia un país en paz y sin violencia”, publicado en el Semanario Desde la Fe, la Arquidiócesis Primada de México difundió que la Iglesia Católica de nuestro país acudió hasta el templo Mariano, para pedir a la Virgen de Guadalupe conceda paz a nuestro país.

El pasado sábado 21 de enero, la Arquidiócesis Primada de México, encabezada por el cardenal Carlos Aguiar Retes, llegó entre cantos y oraciones a la Basílica de Guadalupe, la cual lució abarrotada de fieles a la Morenita del Tepeyac, y en donde el purpurado, cardenal Carlos Aguiar Retes presidió la Santa Misa, encomendando a la Virgen de Guadalupe los trabajos pastorales de este 2023, recordando el inicio de la novena Intercontinental Guadalupana, y, sobre todo, pidiendo por la paz en nuestro país.

Como iglesia peregrina nos unimos a él y a las más de diez mil personas que imploraron a la Virgen de Guadalupe que nos proteja, que ponga un alto a la violencia y que nos permita convivir como hermanos en una sociedad donde gobierne la paz.

Pedimos, abundó, a la Santísima Madre de Jesús que ilumine a nuestros gobernantes, que toque el corazón de aquellos que hacen daño y cubra con su manto a todo aquel que corre peligro.

Monseñor Aguiar Retes enfatizó que así como este sábado, miles de personas peregrinaron a la Basílica “podemos caminar juntos para atender, desde nuestras realidades y de manera urgente, el problema de violencia que aqueja a nuestra sociedad. No podemos ver con normalidad las muertes y desapariciones, las violaciones a los derechos humanos, el convertir los actos de violencia e inseguridad en una cifra más. No podemos normalizar el salir a la calle con miedo”, sostuvo.

En su mensaje, el arzobispo primado de México pidió a todos los mexicanos caminar todos juntos, cada día con nuestras acciones construyendo con cada paso acciones que permitan garantizar un mejor futuro, al tiempo que pidió recordar que es, justamente, en el amor de Cristo donde encontraremos la esperanza y las herramientas para construir un mundo mejor, porque: “la paz empieza en nuestros corazones, luego en nuestros hogares, se extiende en nuestro al rededor y solo así permea en nuestra sociedad”, aseveró.

En este contexto, el llamado es a centrar nuestra vida siguiendo el testimonio de Jesús. Si así lo hacemos, cambiará favorablemente nuestra vida, y también nuestra sociedad, tan herida por la violencia y la inseguridad, ya que, a través de nuestra vida, de nuestras acciones, es cómo podemos manifestar que Cristo Vive, en medio de nosotros.